Los estudiantes plantearon que su mayor problema era la agresión física, se golpeaban. Indagando del porqué llegamos a que partía de la agresión verbal, se insultaban.
¿Qué tipo de agresiones verbales eran frecuentes y las que más molestaban a los compañeros? Las malas palabras, las faltas de respeto y los chismes o calumnias que terminaban en trifulcas.
Es así como en un consenso decidimos conformar un comité de convivencia para solucionar los problemas internos del curso. Éste comité es el mediador en conflictos que se presenten. Podrán hacer parte de él estudiantes objetivos, imparciales, honestos y justos. Se decidió que se postularan los que consideraban tenían el perfil y luego por democracia se eligió el primer comité. Éste comité será reemplazado bimestralmente por elección de nuevos representantes. Cada viernes, si son reportados conflictos a los representantes, se realiza una reunión, todos en mesa redonda escuchan la queja, dialogan, se piden excusas y se llega a compromisos claros que deben ser cumplidos. Si no será remitido el problema coordinación y seguirá su curso de acuerdo al manual de convivencia. Los resultados han sido notorios, ver el observador nos da una idea de las anotaciones antes y después de la conformación del comité, respecto a agresiones.
El comité de convivencia ha ayudado también al diálogo familiar, ya que padres se han acercado diciéndome que sus hijos hablan del comité en casa y ahora les explican a los papás que nos les gusta, que tipos de palabras los ofenden y piden disculpas cuando han hecho algo incorrecto. Es el caso particular de Wilmer Sanabria y Carrillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario